Capítulo 5 - Lo que cambió todo

Se encontró con un grupo de chavales de Illy, que siempre se metían con él y sus amigos del pueblo.
-Ey, mirad, si es Miguel –dijo el jefe.
El jefe era François, un imbécil que vivía en la calle de Miguel. Tenía 15 años, pero iba a un curso menos que Miguel porque era un cateto que lo supendía todo. Siempre iba con su panda de bobos que le seguían a todas partes.
Miguel les ignoró, pero ellos querían pelea.
-Que pasa Miguel, es que nos tienes miedo?-le dijo François a Miguel con tono despectivo.
-De ti y de tu panda de bobos? No gracias-le respondió con mirada fulminante.
-Uy uy uy, se nos pone farruco…-les dijo François a los demás.-Pues ahora nos vas a dar lo que tengas.
-No –respondió Miguel tajantemente.
-No? No te lo he preguntado, enano.-Le respondió François
-Uooooooo -gritaron los demás.
-Pues nada, te tendremos que pegar una paliza- le dijo François a Miguel.
Cogió un palo que estaba al lado de la carretera, y todos se acercaron a Miguel.
Él echó a correr, mientras los demás le perseguían por la carretera dirección Illy.
Miguel se escondió detrás de unos arbustos. Así consiguió despistarles. Pero ellos le estaban esperando en el puente del río.
-Vaya, vaya, el pequeñajo creía que nos iba a engañar, jajajajaj-dijo François.
-Basta! Dejadme en paz!-dijo Miguel.
-O que nos harás?-dijo François-jajajajajaaj.
Todos se rieron, y Miguel estaba cada vez más enfadado.
El cielo empezó a volverse azul oscuro, y empezó a soplar mucho viento. En ese momento Miguel estalló:
-DEJADME EN PAZ!!!
Y de repente Miguel empezó a hacer bolas de aire y a echarles ráfagas muy fuertes de viento. Tan fuertes, que les tiró al río.
Después de eso, en un abrir y cerrar de ojos, todo volvió a la normalidad, bueno, todo menos Miguel, que…