Capítulo 17 -Tiros

Vio un cordón policial. Todo estaba lleno de gendarmes y de guardias civiles.
-Perdone, que ha pasado?-preguntó Miguel a un guardia civil.
-Ha habido un tiroteo –dijo el guardia civil.
-A quien han matado? –preguntó Miguel.
-Al capitán –dijo el guardia civil.
Miguel lo vio. Vio a Olivier, amigo de la familia, tirado en medio de un charco de sangre. Habían acabado con él. En ese momento, Miguel se saltó el cordón policial y corrió a verle, pero le paró un gendarme.
-Tu peux pas être ici. Allez, sors!!! –le dijo el gendarme
-Pero podré pasar a Francia? –preguntó Miguel.
De momento no –le dijo el guardia civil.
Y el guardia colocó un cartel que ponía:
FRONTERA CERRADA – FRONTIÈRE FERMÉE
Miguel llamó corriendo a su madre por teléfono. Pero no lo cogía.
-Que pasará? Si mi madre ha llegado ya hace una hora a casa –se preguntó Miguel.
Así que volvió a Querol. Se quedó paseando hasta muy tarde. Llamó a su madre 3 o 4 veces, pero no lo cogía. Así que se metió en un bar.
-Qué te pongo, muchacho? –le preguntó el camarero.
-Pues… un colacao bien caliente, por favor –le dijo Miguel.
-Ahora mismo chico –le dijo el camarero.
Al rato se lo trajo.
-Gracias. Cuanto es? –le preguntó Miguel
-Pues son…
-Papá, vas a tardar mucho? Mamá se está impacentando… Miguel, qué haces aquí? –le dijo Iván.
-Conoces a este chico hijo? –le preguntó el camarero.
-Sí, es Miguel –le respondió Iván.
-Anda!!!, encantado, yo soy Roberto, el padre de Iván –le dijo Roberto.
-Qué haces aquí Miguel? –le preguntó Iván.
- Pues… mi madre tenía que trabajar esta noche y no me ha dado llaves de casa. –mintió Miguel.
Iván no sabía que Miguel vivía en Francia. Ninguno de sus amigos lo sabía. Miguel prefirió guardarlo en secreto. La verdad es que ni Miguel sabe por qué.
-Has llamado a tu madre? –preguntó Roberto.
-Sí, pero no lo coge –le respondió Miguel.
-Papá, puede quedarse Miguel en casa esta noche?-le preguntó Iván a su padre.
-Por mí no hay ningún problema –dijo el padre de Iván.
-Vamos Miguel-dijo Iván.
-Perdona, no me has dicho cuanto te debo –le dijo Miguel al padre de Iván.
-Los amigos de mi hijo no deben nada en este bar- le dijo el padre de Iván con una sonrisa.
Y los tres se fueron a casa de Iván. Miguel ya había estado antes allí, pero nunca se había quedado a dormir…

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno te dije que te comentaria a si que aqui estoy XD Se nota que sabes frances y quieres hacerte el mayor por eso ¬¬

besos

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